Los historiadores señalan que los orígenes de la pasta se remontan a la civilización etrusca que habitó la región de la Toscana en Italia en el siglo XII a.C. Estos trituraban diversos granos y cereales que eran mezclados con agua y luego los cocinaban.
Los chinos comen pasta desde la Dinastía Shang, hace más de 3500 años. Sin embargo, según diversas tradiciones, la pasta fue introducida en Italia lo que se atribuye a Marco Polo en el siglo XIII, quien afirmaba que la trajo de un viaje que hizo a China en 1271. Posteriormente, se extendió primero por Europa, luego a Estados Unidos y al resto del mundo.
Actualmente la pasta, denominada a menudo como “fideos y tallarines”, es un producto que se consume en todos los grupos sociales y en diferentes lugares recónditos del planeta porque es un alimento aprovechable, fácil de preparar e incluir en cualquier receta, ya que es muy digerible y nutritivo.
En la cabecera cantonal de Samborondon en la provincia del Guayas nace una idea motivada por la variedad de sabores y un marcado gusto italiano, Francesca Petrilli se ha convertido en la fortaleza de su marca “Di Simona Pastas”, quienes tuvieron el placer de acompañarnos en el evento del “Sucre de Oro 2022” – Edición Fanescas organizada por Ecuador a Bocados.

Francesca realizó sus estudios en Italia, su pasión por la cocina y los sabores la llevaron a tomar cursos especializados para elaborar pastas. Durante su estancia en ese país, visitó varios restaurantes e hizo prácticas en ellos para aprender de una manera práctica todas las técnicas Italianas.

Al retornar a Ecuador hizo una investigación previa en el mercado ecuatoriano y detecto que no existía una empresa que ofreciera un producto similar en el país. Lo común y popular en el país es la pasta de cartón, o lo que realmente se llama pasta seca. Sin embargo, no existe mayor oferta de pasta fresca preparada en casa y congelada, como la que se suele comprar en Italia.
La pasta fresca también es más saludable porque el relleno también incluye otros tipos de alimentos como espinacas, pollo o carne y algunos son inspirados en los viajes que realiza.

Con esta premisa decide crear su propia marca de raviolis (que son hechas a base de harina, agua, sal y huevo, rellenada con diversos ingredientes, generalmente de forma cuadrada y acompañada de diferentes aderezos y salsas) diseñando su menú en base a las tradicionales pastas italianas que llegan a ser saludables, rápidas de preparar y con adaptaciones de sabor con producto local que le aportan identidad al producto.

El menú incluye, por ejemplo, ravioles de jamón y pera, así como espinaca y ricotta, pollo y tocino, entre otras. La idea es que las personas consuman el producto, sientan un poco de sabor italiano en su mesa y lo puedan maridar con un vino blanco o su bebida que acompañe estos sabores. Además el objetivo primordial es mantener la calidad de la pasta y lo más importante, el sabor de casa.


Francesca tiene muy bien pensada su marca y a dónde apunta con sus productos acorde a su demanda, siempre cuidando cada detalle desde el empaque hasta el sabor, por eso Di Simona lo podemos encontrar en diferentes provincias del país, Guayaquil, Quito, Cuenca, entre otras.
Su meta para el futuro son principalmente la expansión nacional y el acceso a nuevos mercados. Para ese fin, Francesca está experimentando con nuevos sabores para cubrir todas las necesidades de los consumidores y sobre todo que sea un producto asequible con acompañantes que faciliten a la gente al momento de servir el producto.

Al probar este producto puedo decir que la pasta y los ravioles tienen un sabor muy especial y reflejan la marca personal. Cada detalle de la presentación está bien pensado, y cuando intentas darle un bocado te llevan a casa con mucho cuidado y detalle. Los productos son originales y no creo que haya productos similares en la percha actual del mercado.
Todo ello forma parte de una experiencia gastronómica diseñada por Francesca. Ella busca sabores italianos de casa y así tener una perspectiva de un crecimiento continuo, garantizando que el equipo colaborador respete la misma calidad, sabor de la pasta y sobre todo que se trabaje con un producto local.
Puedes encontrarlos a nivel nacional en Mi Comisariato, Megamaxi, almacenes Tía, Datudeli entre otros.