Lo bueno y lo malo del consumo del alcohol en el Ecuador.
Las podemos encontrar en todas las tiendas y supermercados en el país, las hay de tantas variedades y sabores que realmente se nos dificulta elegir una de otra, hablamos de las bebidas alcohólicas. Según la OMS nos encontramos en el puesto 16 de la lista de países de Latinoamérica que más las consume y aunque no nos encontremos en los primeros lugares los datos sobre consumo y alcoholismo en jóvenes son alarmantes.
Según datos del Inec al menos 900 mil ciudadanos consumen de manera regular alcohol en cualquiera de sus presentaciones, siendo la preferida de los consumidores la cerveza y el centro principal de compra las tiendas de barrio, se registra que de este número de ciudadanos un 89,7% son hombres y el 10,3% mujeres las cuales en su mayoría se encuentran entre los 19 y 24 años.

Los daños del consumo continuo de alcohol en las personas son muy conocido, durante esta investigación se encontraron innumerables estudios sobre las tantas enfermedades que derivan del consumo excesivo del alcohol, encabezado por la cirrosis hepática, enfermedades cardiacas, varios tipos de cáncer, alta presión arterial, problemas digestivos, alcoholismo e incluso una gran variedad de problemas mentales como depresión, ansiedad, demencia senil, entre otros, de hecho hay estudios que confirman, el alcohol es causa de mas de 200 enfermedades.

Entonces nos preguntamos ¿Por qué bebe el ecuatoriano?, si hablamos históricamente el alcohol esta relacionado con las festividades y celebraciones, las tribus indígenas ya elaboraban chichas de diferentes cereales, pero mas que nada entre los jóvenes el alcohol es considerado un lubricante social y la primera recreación para los mismos, es por lo que la edad promedio de primer consumo en el país, es de los 12 años.
A pesar de las consecuencias de beber en exceso los índices de consumo no bajan ya que la cultura de la bebida en el país es muy arraigada tanto que, aunque la canasta básica supera los USD 700 y el sueldo básico no pasa de USD 400, el ecuatoriano en promedio gasta un 10% de su salario en licor.
Pero como en todas las historias, siempre hay dos lados, me sorprendí al saber que el mercado del alcohol representa USD 3.529 millones al año, lo que significa un aporte del 6% al PIB nacional, datos que se traduce en millones de familias beneficiadas con un trabajo estable no solo considerando los empleos de las personas que producen dichas bebidas sino también a los establecimientos que se benefician de las ventas.
Según la Revista de Industrias del Ecuador, las empresas que mas producen son las cerveceras y en segundo lugar las destilerías, otro dato favorecedor es que desde el 2018 se ha incrementado la elaboración y el consumo de bebidas alcohólicas nacionales artesanales e industrializadas, bajando el consumo de bebidas importadas.

Actualmente hay proyectos que reúnen a maestros expertos en la elaboración de bebidas alcohólicas de calidad que se ayudan y apoyan entre sí, que no solo cumplen con apoyar a estas familias sino con poder brindar a los consumidores productos de calidad que puedan competir con las bebidas importadas y que en cada bar se pueda encontrar producto nacional de la mejor calidad.
El objetivo de hablar sobre el alcohol no es satanizar, sino crear conciencia sobre el consumo excesivo, como sociedad, los ecuatorianos no tenemos una cultura sana de bebida en la que apreciamos los sabores, aromas y características, sino, aunque suene mal, tomamos para embriagarnos.
El mundo de la mixología es fascinante, interesante y atrevido, y está muy aparte del gastronómico, tiene sus propias leyes y experiencias, las combinaciones son infinitas y los bartenders tienen como meta crear bebidas únicas que llevan un poquito de ellos mismos, dándoles a los consumidores una historia nueva que contar, todo esto se siente en los sabores, mezclas e ingredientes que utilizan para estas preparaciones, pero si no cambiamos nuestra manera de apreciar el alcohol ¿cómo podremos conocer todo lo que está detrás?
