En los altos de los andes ecuatorianos en la serranía del centro de Ecuador, se impulsa una iniciativa con sabor y con un propósito ancestral. A base del maíz morado, la Asociación de Soberanía Alimentaria Recurso Indispensable para la Vida – SARIV, convierte esta semilla ancestral andina en una refrescante, energética y nutritiva bebida.
SARIV, es un bioemprendimiento dedicado a la producción y procesamiento del maíz negro, ubicado en la parroquia rural de Calpi, en Riobamba, provincia de Chimborazo. Aquí sus socias, en su mayoría mujeres, siembran de forma agroecológica el maíz negro que luego de 9 meses será cultivado y secado para convertirse en el principal ingrediente de esta especial bebida. Actualmente, este bioemprendimiento está conformado por 15 familias, la mayoría de productoras son mujeres y están asociadas y reconocidas por el sistema de economía popular y solidaria.

La asociación aprovecha cada ingrediente para innovar en la preparación de nuevos productos, por ejemplo, el afrecho que queda de la bebida se convierte en harina para pasteles y la coronta o tuza es utilizada para sacar pigmentos vegetales que pueden utilizarse también en pastelería y heladería.
Las semillas del maíz negro son propias de la zona y se recogen con mucho cuidado, seleccionando los mejores granos para no perder este producto ancestral que se cultiva nuevamente cada año.. “La bebida es saludable y la impulsamos como alternativa a todos los refrescos que hay en el mercado que contienen grandes cantidades de azúcar, colorantes y saborizantes artificiales, ésta es natural , de esta forma, también conservamos este maíz andino”, dice Segundo Cuji, presidente de la Asociación SARIV.

. En el marco de la emergencia sanitaria, Sariv amplió sus productos como parte de su respuesta para fortalecer su organización. Las bondades de la quinua, un cereal andino, que es cultivada de forma orgánica es aprovechada para la producción de galletas. De esta forma se amplía la oferta de productos y se aporta a la conservación y rescate de este cereal.
“Queremos aprovechar las potencialidades que nos da la zona, nuestra madre tierra y seguir trabajando de la mano con las agricultoras para dar valor agregado a los productos”. De esta manera, la Asociación SARIV también logra generar fuentes de trabajo para la comunidad en la planta de tratamiento y mejorar en la economía de sus productores y productoras, quienes son las proveedoras de la materia prima tanto para la bebida de maíz morado como para las galletas de quinoa.

Actualmente los productos de SARIV se comercializan en tiendas de comercio justo como CAMARI en Quito y en Riobamba, además de distribuidoras de productos naturales y comunitarios como la Biodespensa, también en Riobamba. Se reciben pedidos al (+593 96 936 3342)
“La vida nos ha dado muchos retos y oportunidades para para sobrellevar la situación económica que muchas veces se ve limitada, sobre todo para los campesinos y las campesinas que optamos por una producción sin químicos; enfrentando muchas dificultades como las heladas, la falta de agua y la pérdida de los sembríos, por esto estamos comprometidos/as en proteger los páramos, los bosques y las fuentes de agua en Chimborazo”. concluye Segundo.
